¿Cómo crear una red eficiente aplicando buenas prácticas al sistema de cableado?
En los últimos tiempos, la fibra óptica ha ido ganando terreno como alternativa al cobre como medio físico para la transmisión de la información, que ahora viaja en forma de haces de luz. Además de ser inmune a interferencias electromagnéticas, la fibra óptica presenta otros beneficios, tales como: mayores distancias, mayor velocidad y ancho de banda, mayor seguridad y proyección a futuro.
Cuando trabajamos con cables de fibra óptica, los cuidados a tomar dependerán del tipo de cable que estamos utilizando, tanto del tipo de fibra como de la construcción del mismo, y también del ambiente de instalación.
Cuando hablamos de cableado estructurado, nos referimos a un sistema que integra diferentes tipos de servicios, tales como datos, video o voz, y lo hace de forma estandarizada, es decir, siguiendo una norma que establece ciertos criterios mínimos que garantizan el desempeño y gestión de la red.
Implementar un sistema de cableado estructurado es una tarea que debe realizarse con cuidado. La falta de planificación, el desconocimiento de los requisitos de instalación o la toma de decisiones sólo en función de la inversión inicial son algunos de los errores más comunes que suelen cometerse y que, a largo plazo, pueden derivar en una red deficiente, no preparada para aplicaciones futuras y difícil de mantener.
Es por eso que surge la necesidad de ajustarnos a lo que se conocen como buenas prácticas de instalación, que provienen de diferentes normas internacionales, las cuales fueron desarrolladas y son regularmente actualizadas en conjunto por fabricantes e instaladores de sistemas de cableado, que a través de su experiencia acumulada nos brindan los requisitos para asegurar el desempeño y la durabilidad de nuestro cableado.
Puntos para tenerse en cuenta: Si hablamos de un sistema de cableado de par trenzado, es importante conocer las diferentes categorías disponibles y las aplicaciones que cada una de ellas soportan. Un cable de par trenzado transmite la información a través de 4 pares de hilos de cobre. Cuanto más trenzados son los pares, mayor es el desempeño del cable, pues se reducen los efectos de diafonía, mejorando la velocidad de transmisión y el ancho de banda.
Dado que los cables de cobre transmiten la información en forma de señales electromagnéticas, es importante considerar que:
• Si los cables van a ser instalados en ambientes con presencia de fuentes de interferencia (como fábricas o ambientes industriales en general), es mejor optar por una solución blindada.
• Idealmente, los cables de comunicación y circuitos de corriente eléctrica no deben compartir una misma bandeja.
• Es necesario respetar el radio de curvatura mínimo del cable, ya que de lo contrario las características de transmisión del medio se ven alteradas.
• Los cables no deben ser estrangulados, torcidos o prensados, dado que esto puede dañar los aislamientos de los pares.
• Etiquetar con un formato coherente y consistente cada punto de red, para tener una buena documentación que facilite la detección de averías y el mantenimiento de la red.
El transporte y almacenamiento de las bobinas es crítico. La posición es muy importante. Las bobinas no se deben colocar “acostadas”, ni tampoco en pendiente, ni amontonadas unas sobre otras. Idealmente, los carretes no deben dejarse a la intemperie, pues la madera puede deteriorarse producto del contacto continuo con el sol, eventuales lluvias y humedad, y dificultar luego la instalación.
Esta instalación debe realizarse con las herramientas adecuadas; y durante el proceso se debe tener cuidado de respetar las cargas de compresión y tracción máxima que los cables pueden soportar, y que son detalladas en las respectivas especificaciones técnicas.
Las bobinas traen una indicación del sentido de giro indicado con una flecha; y por supuesto, siempre es crucial respetar los radios de curvatura, tanto durante la instalación como después. Otros factores son el ambiente de instalación como la temperatura de almacenamiento y de operación; y la penetración de humedad, es decir el tipo de protección que el cable provee frente a la penetración de agua.
Para sistemas conectorizados, es imprescindible tener en cuenta la limpieza de los conectores. Las partículas de grasa y/o polvo se constituyen como barreras para la transmisión, y debilitan la señal. Por eso se recomienda utilizar las correspondientes herramientas de limpieza tras cada desconexión de un conector óptico.
Fuente: Furukawa Electric Latam